jueves, 28 de julio de 2011

Bariloche, vacaciones, volcán, cenizas y a fines.


Tomé real magnitud de lo que fue el fenómeno del volcán Puyehue en mi viaje a Bariloche. Tengo la posibilidad de viajar varias veces al años y ver el paisaje en sus diferentes estados de colores. Este año al cruzar Piedra del Águila me encontré con un gris que recorría la extensión del territorio.
Las montañas que muchas veces vi nevadas o floridas de pasto, eran médanos de una arena gruesa, más gruesa que la que solemos ver en la costa.
Asi fue el camino. Y la llegada no fue diferente. Los montículos de arena acompañaban la vera del camino. Las calles, las casas, los techos, los parques eran areneros muy difíciles de transitar.
las cenizas caían a diario.
Si preguntas cuanto tiempo va a pasar para que las cosas vuelvan a ser como antes, nadie te da una respuesta. Nadie lo sabe. Especulan que las cosas mejoren.
Los empresarios piden a los empleados que se hagan eco de la crisis, piden subsidios al gobierno, para no perder ( sin embargo nunca los había visto repartir en épocas de vacas gordas).
El intendente que desestimaba hace unos meses la posibilidad de una nueva candidatura, ahora se relame en la posibilidad de que la crisis le de la reelección.

Dos meses antes de la erupción del volcán las autoridades sabían que esto era posible, sin embargo la gente no estaba informada, para muchos la lluvia de ceniza los tomó de sorpresa. Algún día cambiaran este tipo de políticas?

Nadie puede luchar contra la naturaleza pero deberíamos estar preparados para cierto tipo de accidentes.
Bariloche no estaba preparada para la ceniza, los servicios se cortaron y varios días después se restablecieron.

cenizas bici

Pero tampoco está preparada para grandes nevadas. Una gran nevada tiene consecuencias similares a las vividas en junio.
La temporada no será buena, pero es mejor de lo pensado.
Esperamos que las cosas mejoren a medida que pasen los días.