domingo, 30 de octubre de 2011

Amarres... (las brujas no existen pero que las hay las hay)


Amarres - Hechizos - Trabas

Recupera a tu hombre


Decía el cartel en la puerta , un pasillo gris de unos treinta metros separaba la calle de la casa que me esperaba. Cruzarlo o quedarme ahí era mi decisión y no era fácil. De eso dependían las demás decisiones a tomar.
Soy partidaria de que la vida es una sucesión de causa- efecto y que nada ajeno va  a cambiar el rumbo de las cosas. Siempre supe elegir, hablé y me atuve a las consecuencias. Pero últimamente voy trastabillando y he llegado a un punto de desesperación tan grande que me encuentro en la puerta de este lugar, a punto de hacer algo tan alejado a mi pero a la vez, hoy,  tan cercano: amarres y hechizos.
Nunca creí que iba a llorar tanto por un hombre, que una separación me iba a quitar el hambre, el sueño, la posibilidad de trabajar, de atender y hasta de pensar. Que mi mundo iba a girar en el hecho de estar sola, sin él, de no tenerlo y no poder aceptar que no me quiera. Siempre creí que el amor es compartido pero hoy no me importa, no soy nada si no estoy con él.
Entré y el aroma a incienso se sentía cada vez más intenso. Al llegar al fondo, me encontré con un pequeño patio con flores e imágenes de santos y una puerta con un cartel que indicaba:Golpeé y espere a ser atendido.
Toqué la puerta con firmeza y me senté en una silla de mimbre, un perro mediano de color té con leche merodeaba y olía mis zapatillas.
- Toto, no molestes a la señora- dijo una voz que salía del cuarto. Cuando la puerta se abrió salió un hombre morocho, de rulos y una sonrisa bien blanca. – Buenas tardes, soy Roberto Hugo, en que puedo ayudarla.
Le mostré la tarjeta que llevaba en mi mano.
- ¿Estás segura?- preguntó.
- Totalmente.
Hizo ademán con la mano para que entrara y algo nervioso comenzó a revisar sus libros, yo sentada en otra sillita de mimbre observaba ese lugar que podría ser sacado de cualquier película de clarividentes. Luego de ojear encontró lo que estaba buscando. Tomó un trozo de papel y copió con un lápiz lo que supuse sería el conjuro.
- Debes saber que hay hechizos que no tienen vuelta atrás, que una vez que los haces nada va a cambiar. Hay efectos muy importantes, puedes quedarte sin trabajo, sin amigos, sin familia. Las personas pueden apartarse de ti, puede que ese hombre que amas sufra una dependencia absoluta aunque no te ame, puede enfermarse, pero siempre va a estar contigo.
- Nada es peor que estar sin él-  respondí.
- Hay cosas mucho peores. Las consecuencias pueden ser funestas. ¿Eres consciente que vas a utilizar magia negra?
- Si.
- ¿Y vale la pena?
- La vale.
- Hay otras opciones,  hacer un hechizo de magia blanca, tener fe y él puede llegar a volver contigo.
- No. No, eso no es lo que quiero. Quiero que vuelva a mi y que nada, nunca más, lo quite de mi lado. No quiero volver a sufrir. ¿Qué consecuencias pueden ser peores de las que vivo ahora?
- Eres consciente que vas a ser capaz de manipular directamente la libertad o  la capacidad de elección de ese hombre que decís amar.
- Que amo- afirmé.
- ¿Qué amas? Recordá esto entonces: toma tierra de su huella, humedécela con  tus lágrimas  y con agua de afrodita, sobre ella colocá una vela negra, enciéndela y has que él lea estas palabras. Cuando las lea, apaga la vela y será tuyo para siempre.
Me entregó el papel que antes había escrito, pagué la cantidad indicada  en la misma hoja y salí apurada. Fui a unas de esas santerías que hay por la calle Panamá y compre la vela y la esencia. Luego me puse a pensar como conseguir tierra de su pisada. Recordé que en casa tenía una bolsita que había comprado para mis macetas. Fui apurada a buscarla y me acerqué hasta su casa, coloqué una capa fina casi imperceptible en la entrada y de lejos esperé que llegué, entre y no se de cuenta de ella. Y así fue, llegó como siempre, a la misma hora abrió la puerta y nunca se dio cuenta de lo que acababa de pisar.
Luego de un rato y cuando las luces se fueron apagando junté esa tierra en el más absoluto silencio y me fui a mi casa.
Ya tenía todo: la vela, el agua de afrodita, los restos de su huella y solo faltaban mis lágrimas. Comencé entonces a recordar estos últimos meses, nuestra separación, la ausencia y lloré como venía haciéndolo todos los días. Mis lágrimas cayeron entonces y lograron que juntara todo lo necesario para mi hechizo.
Era el momento indicado.
Me senté en la mesa coloqué la tierra humedecida con mis lágrimas en un plato, sobre ella el agua de afrodita, la vela negra y la encendí. Luego acerqué la computadora, abrí el msn y vi que él estaba conectado. Después de meses sin tener noticias, evitando hablarle y ser rechazada, puse mi estado como conectado y le hable:



Apagué la vela.
Ya sos mio hasta la muerte.




jueves, 27 de octubre de 2011

Néstor

Hace un año, a esta hora estaba esperando que llegara la censista cuando leí un tweet que me pareció extraño. Decía: será verdad? Lo escribía Mauricio Saldivar el meteorólogo. Inmediatamente busque la cadena de esos tweets y llegué a la noticia. #MurioKirchner.
Fue un shock. Pero más fue el día posterior, incredulidad, miedo. La idea de... y ahora que hacemos? Y una gran tristeza.
Yo no sabía que era lo que Néstor despertaba en mi, lo que me generaba su figura hasta su muerte.
Me di cuenta de mi admiración hacía él.
Y fue a partir de su muerte que pude posicionarme políticamente. Que supe en quien creía. Tomé una actitud activa en la política. Me comprometí. Luche.
Me puse de las filas de Cristina, sentí una gran empatía por ella. Lloré con sus palabras. Y me propuse apoyarla. Pero no por sobre todas las cosas y de manera ciega. Apoyando sus aciertos, reflexionando sobre lo que no me parece bien pero siempre pensando en el bienestar de todos.
Porque esa es la palabra que más nos representa: el todos.
Hoy como muchos, siento tristeza. Pero también siento felicidad y esperanza.
La esperanza que tenía perdida y que de a poco la fui recuperando.




sábado, 22 de octubre de 2011

Mi amiga, su ex y un pibe de 20 años

Separarse después de muchos años es difícil. Y más si no es una la que se quiere separar. O si quiere pero no por falta de amor, sino porque la relación se hace imposible de sostener.
Anoche hablaba con una amiga, que venía de una separación. Un año malísimo. Crisis. Enfermedades psicosomáticas. Angustia y sobre todo la imposibilidad de cortar con su ex.
Él está para todo. Si tiene un problema, si se rompe la compu, si hay que poner una estufa. Esta ahí para contener pero no para amar.
Hace un tiempo ella me planteó que sus nuevos vínculos son con personas más jóvenes que ella, de amigos de su hermana menor y que si bien hay algunos de los chicos que puede llegar a gustarle, se siente muy grande para ellos.
A mi, que dar consejos me sale de maravilla (aunque no debiera), me dieron ganas de contarle mi experiencia personal. Luego de una de mis separaciones, me costó muchisimo volver a entablar una nueva relación. Habían pasado cosas muy graves y estaba muy dolida, muy lastimada. Y con la única persona con la que pude mantener un vínculo, fue un chico diez años menor (23 años). Que me unía a él? Ganas de estar, divertirme, cero compromisos. Una no ilusión. Yo sabía de entrada que era una relación pasajera, que nos íbamos a ver cuando se de. Que no era necesario ni llamadas telefónicas, ni mensajitos amorosos, solo vernos cuando queríamos. Y estuvo ahí, hasta que apareció alguien con quien sí deseaba formar una pareja.
Nunca nos peleamos, quedamos amigos y de vez en cuando nos veíamos para pasar una buena tarde.

Ayer cuando nos vimos, me dijo que me había hecho caso y que se sentía bárbara. Que desde hacía un tiempo se veía con un chico casi diez años menor. Y que si bien no tenía deseos de ilusionarse, de tener una nueva relación. Estar con él la alejaba del pasado, la divertida, la pasaba genial, le hacía bien.
Que no esperaba una pareja y sabía que esto tenía fecha de vencimiento pero sin embargo, estaba dispuesta a disfrutarlo. Y se sentía rara de saber que esto no tiene futuro (según sus palabras)  pero no lo importaba.

Y yo le dije que lo disfrute. Los chiquitos son lindos, son divertidos... y si te aburrís los podes llevar a Mc Donald y comprarles una cajita feliz.


miércoles, 19 de octubre de 2011

Mi ex, el arrepentido

Mi ex se fue de viaje por trabajo. El primer mes me llamó a diario, luego una vez cada tres días, una vez a la semana, cada quince días y  cuarenta días separaron nuestra última conversación.
Me mandaba uno que otro mail, diciendo que las comunicaciones allí eran muy complicadas.
Claramente no le creía, había estado ese verano con él y era como cualquier ciudad del mundo.
Luego de un ultimátum via mail, me llamó y decidí ser yo la que planteara el tema:
- Vos sos el hombre más importante en mi vida. Y serás siempre el más importante, pero creo que hemos tomado caminos diferentes...
(tenía el discurso anotado en mi agenda)
Sentí que se sacó un peso de encima.
Tuvimos una linda separación llena de amor, de dos personas que las distancias separan pero que siguen queriéndose y valorándose.
Al poco tiempo recibo un mail donde me pedía la división de las cosas que teníamos en la casa. Heladera, cama, y otras cositas más...
Me dejó helada. Nosotros ya habiamos separado todo y él se había quedado con toda la plata, así que no creí que me reclamaría los muebles.
Literalmente lo mande a la mierda. Le dije que si me iba a reclamar eso, que pusiera el dinero por los meses de alquiler que no pagó, porque del alquiler me ocupaba yo. O el dinero de alimentos por los momentos de crisis en que no trabajo y no aportó nada.Y que ahora que estaba bien económicamente era lógico que afrontara esas deudas
Supongo que el mail lo hizo sentir un avaro desdichado, por que su respuesta fue un tremendo PERDONAME, no se lo que hago.
No me volvió a hablar por años. Esa situación había borrado la buena separación.
Un buen día de esos que son rutinarios como todos me llegó otro mail. Allí con el corazón en la mano, lejos, en otro país, sin amigos y con una mujer menos boluda que yo, me pidió perdón por todo. Por lo mal que se comportó durante la relación, por no haberme cuidado, por lastimarme. Me dijo que se sentía un miserable y que se arrepentía de haber perdido una mujer como yo.
Chateamos unos días, yo intuí que el esperaba otro tipo de vínculo de mi parte y le aclaré que lo único que podría ofrecerle era una amistad.
Se que no lo tomo bien, pero lo acepto.
Cada día que nos vemos, una vez por año, me dice lo mismo, que fue un boludo por haberme perdido. Y que ese fue su gran error.
Yo lo afirmo con la cabeza, sonrío y me digo a mi misma... mi querido tenés toda la razón



sábado, 15 de octubre de 2011

Mi ex, el fútbol y Crónica Tv

Mi amiga Valeria diría : desconfío de un hombre al que no le gusta el fútbol.


Nunca salí con un tipo que no le gustara el fútbol. Nunca.
Es más los primeros vínculos muchas veces estuvieron relacionados con la pelea histérica de...uhhh  no me digas que sos de ese equipo de cuarta, no podés
Por ende me he hecho compañera de partidos, he ganado y he perdido apuestas. Me he enojado y me he reido en la cara de varios.
Vi como han dado la vuelta olímpica en la cocina de mi casa o  han dicho cientos de veces que soy fanática del Club Atlético Sin Libertadores de América.
Pero me gustan los hombres futboleros que le voy a hacer.
Uno de ellos y creo que se ganó realmente el primer premio al fanatismo. Era desquiciadamente hincha de Boca. Muy seguidor, muy obsesivo, muy loco por los bosteros.
Era el que debía tener la última camiseta, el que no podía perderse un partido y menos un clásico. Se levantaba a la hora que sea para buscar entradas y si podía estaba ahí en el medio de la 12.
Recuerdo una noche, 2 de julio del año 2003, Boca jugando en São Pablo, él mirando el partido en un bolichón frente a la Bombonera. Porque no quería ver el partido en la YPF de Av de Mayo en Independencia en Villa Adelina, no, el tipo se viajaba una hora y media y lo veía ahí, poco más pegado al Riachuelo.
Resultado Boca Gana la Libertadores por 5ta vez.
Noticiero: Crónica:
Placa roja:Fanáticos festejan triunfo de Boca.
Imágenes ya.

Y en las imágenes aparecía nada más y nada menos que mi ex, tirado en el medio de la calle, en el piso,  en camiseta, con el frío de julio, llorando, agradeciendo a Bianchi, a los jugadores, al presidente del club, a su vieja...

Al segundo mi teléfono empezó a sonar y todos los parientes y amigos preguntándome si lo había visto.
Yo respondiendo que si. Y pensando que a los dos días íbamos a terminar con neumonía en la guardia del hospital. Porque el tipo además era algo hipocondríaco.
Pero no importaba todo por Boca.

Hubo uno que tenía la foto del Kun Aguero en la mesa de luz y un poster frente a la cama que me miraba fijo.Otro que me repetía: no es camiseta se llama casaca, no es cancha es estadio. Y hubo uno que me decía que no le gustaba el fútbol y se veía los partidos de la A, de la B, de la C y todas las categorías que te imagines e incluso los partidos de los cebollitas que repetía telefe.
Los hombres son así, apasionados por la pelota, por los colores, por la bandera.
Y una con el tiempo termina convirtiéndose en una adicta más.


* No fue en casa, pero casi.


(Nunca, pero nunca me llevaron a ver un partido de fútbol.)

miércoles, 12 de octubre de 2011

De a dos

Toda llega.
Aunque no lo esperes.
Pasas de años en que no encontrás la punta del ovillo y de golpe de buenas a primeras tenes la madeja lista para empezar.
Cuanto más negás, más miedo tenés, o más barreras ponés, más te asombras de algunas cosas.
Lo cierto es que en el peor momento alguien apareció para rescatarme del vacío en el que estaba.
Y apostó las fichas a mi número.
No le creí pero demostró con creces que era capaz de jugarse el todo por el todo.
Alguien capaz de ver lo que otros no vieron en el camino.
Demostró su amor.
Su paciencia.
Su cariño.
Su interés.
Me hizo sentir segura.
Seco mis lágrimas y rió en mis risas.
Proyectó su vida en la mía y yo comencé a proyectar la mía en la de él.
Escuchó mi música.
Se sintió tan idiota como yo.
Se enamoró.
Nos enamoramos.
Hoy camina a mi lado.
Me tiende su mano, me acurruca en su pecho.
Y por primera vez me siento cuidada y segura.
Cuidada por alguien que no tuvo miedo a cambiar o si lo tuvo lo superó.
Alguien que le queda el talle de esta mujer.

Espero que esta historia no sea contada en el futuro. Siento que esto es para siempre.
Y no va a ver chances que otra me odie solo por ser la ex de mi ex.




*gracias por tanto amor

(esta bueno creer que hay cosas que pueden durar para siempre, no?)

lunes, 10 de octubre de 2011

Mi amiga, su ex y una noche en el museo

Siempre les cuento cosas que me han pasado pero hoy les voy a contar una anécdota de una amiga.
Resulta que esta muchacha tenía un novio que era guardia de seguridad en una serie de museos en la Capital, principalmente le tocaba cuidar el Museo Roca
Roca* para mi era un hijo de puta, soy de las que cree que deben sacarse en el sur las imágenes de tremendo asesino de los parques públicos. Fue el presidente más joven que tuvimos, apenas 37 años tenía al asumir, un año más que yo. Lo cierto que el susodicho tiene un museo en su honor que funciona en donde fuera su casa, y fue declarado Monumento Histórico en el año 1961.
La casa está recreada como en la época en que era habitada por el ex presidente. Cocina, salas, habitación baño todo igual y en perfecto estado.
Ahora viene la historia dentro de la historia, me contaba esta amiga que debido a que su novio trabajaba de noche y descansaba de día, era de noche cuando podían verse, así que ella viajaba hasta el trabajo de él y hacían vida de pareja en casa de Roca,  le usaban el baño, comían en la cocina, y hacían lo suyo en la habitación.
En pocas palabras utilizaban el Museo Roca como bulo. Claro, se evitaban de pagar el telo y a él se le pasaba volando la noche de trabajo.
Cualquiera quiere un trabajo así.
De vigilar ni hablamos, eh.
Eso me hizo pensar que yo nunca tuve una historia de este tipo, siempre fui más tradicional,  pase de la casa de ellos a mi casa y para de contar.
Ojala ustedes tengan alguna historia de estas para recordar y si me la cuentan mejor.


Sellaremos con sangre y fundiremos con el sable, de una vez y para siempre, esta nacionalidad argentina. 
Julio Argentino Roca




*Roca llevó a cabo la matanza de los aborígenes del sur mal llamada Conquista del Desierto y su acción militar lo llevaron al gobierno.



jueves, 6 de octubre de 2011

Mi ex y su Yodel-ay-hee-hoo

Nunca fui buena deportista, de más esta decir que en la escuela era árbitro, si, si es patético pero bueno alguien lo tenía que hacer y conmigo era restarle puntos al equipo.
Lo cierto es que un día estando de vacaciones en Bariloche, habíamos ido a visitar a mis padres, a mi ex se le ocurrió salir de caminata. Nos calzamos los borceguís y nos fuimos a sacar fotos por ahí.
Tomamos el bondi para arrancar desde el Llao- Llao. Nos fotografiamos  y empezamos a regresar caminando. A mi se me ocurrió entonces pasear un rato por Colonia Suiza. No tenía idea de cuanto había de distancia entre donde estábamos y la villa. Miramos si venía el colectivo y como tardaba decidimos ir caminando.
El lugar era muy lejos, yo ya estaba cansada después de caminar más de una hora cuando mi ex empezó:

-Yodel-ay-hee-hoo a los gritos.

Yo que soy fácil de enojarme ( y de que se me pase también) le pedí que dejara de hacer papelones.
Mucha vergüenza no íbamos a pasar no había nadie. Pero me dolían mucho los pies y creo que estaban relacionados mediante no se que conducto con mi oído. Y él seguía:

-Yodel-ay-hee-hoo

y cada -Yodel ay- una puteada mía.

No es intolerancia. El disfrutaba haciéndome enojar y yo no quería caminar escuchándolo cantar eso.

-Yodel-ay-hee-hoo

Estuvimos caminando como una hora hasta que llegamos. Yo enojada, él cantando. Cuando llegamos al fundo nos enteramos que pasaban muy pocos colectivos por día, y para volver debíamos esperar unas cuatro horas. Cuatro horas en un lugar que mucho para hacer no tiene. Podíamos caminar y recorrer pero yo temía un nuevo Yodel-ay-hee-hoo.
Nos sentamos ahí, almorzamos, luego tomamos té, comimos torta, macitas, dulces y pasamos toda la tarde.

Con el tiempo lo contaba como una anécdota graciosa, pero mientras caminábamos llegue a odiarlo. De verdad a ODIARLO.




* Allí en Colonia Suiza escuche por primera vez Orishias, y tengo una historia musicalizada por ellos, pero va para otro día.


Escuchar aqui

martes, 4 de octubre de 2011

Tu vida es un tango.

Tu vida es un tango me dijo una vez un ex
Uy, me puse como loca.
Pero tenía cierta razón, todo lo veía gris, que no me gustaba el trabajo, que no estaba contenta con la relación con mi familia, no eras feliz en la pareja, no me gustaba la carrera que estaba estudiando. Estaba pasando una crisis importante, y esa crisis no me dejaba ver la mitad del vaso lleno.
Lo primero que hice fue dejar el trabajo y ponerme a laburar en algo que tuviera relación con lo que había estudiado.
Después dejé la facultad, no me creía capaz de ser una buena psicóloga.
Más tarde me separé de mi novio y perdí a muchos amigos que eran de ambos.

Entonces de un día para otro sentí que mi vida dejaba de ser ese tango, que estaba haciendo algo que me gustaba y me daba más satisfacciones, empecé a replantearme porque no estudiar periodismo que era lo que realmente siempre había querido hacer, luego me mude de casa, me independice y volví a formar pareja.

Conocí gente nueva, hice nuevos amigos, dejé atrás una vida totalmente diferente a la que tenía en ese momento.

Pero para lograr eso tuve que dejar todo atrás.

No se si siempre estamos dispuestos a dejar todo atrás, al principio duele, pero después... vale la pena lo que viene.
O al menos, tenés esa posibilidad, no?




lunes, 3 de octubre de 2011

Todos los sueños cargan heridas, sabés... dirían Los Piojos

Anoche no paré de soñar, y les digo que me hubiera quedado en la historia. Tuve una de esas que son tan creíbles que no te das cuenta que es un sueño sino que parece más bien algo que podría llegar a suceder.
Pero obviamente para que suceda la dueña de la casa anterior tendría que vendérmela, yo tendría que tirar abajo la nueva edificación. Mi hijo debería tener dos años y Valeria (algún día les contaré de ella) estaría viviendo con nosotros. Y apareció él.
Recuerdo que hablábamos un montón pero no se de que.
Luego era tarde, se hacia de noche.
Volvíamos a casa y Valeria nos recibía, estaba con mi hijo.
El nene quería upa. Él hablar y yo que se quedé.
-Te querés quedar?- le dije.
-Si - me respondió.
Entrabamos, la cocina era como la recuerdo. Hablábamos mucho. Escuchábamos música. Había una tensión extraña, yo sabía que iba a pasar, él no lo se.
Lo miraba fijo para confesarle algo que nunca le había dicho cuando sonó el teléfono y el secretario de la escuela me despertó. 

No se que me molestó más, que me llamara a las siete de la mañana, o el motivo de la llamada.
O me molestó que no pude decir lo que quería.
No lo hice nunca despierta y tampoco lo pude hacer dormida.



Pero en tu hogar no hay luces prendidas
cuando volvés la olla está vacía
todos los sueños cargan heridas, sabés.
Los Piojos- Media Caña.