Luego deje de ver y a decir verdad salvo El elegido no veo nada en la tele.
Cada vez que viajo a Bariloche, engancho la TV chilena por la cercanía y cada vez que aparecía a Felipe me lo quedaba mirando porque me resultaba muy simpático y amoroso.
El sábado cuando escuché lo de la tragedia, sentí pena. Una pena rara.
Y me puse a pensar porque tantas tragedias juntas.
Por un lado el terremoto de febrero de 2010 que afectó las zonas de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O'Higgins, Maule, Biobío y la Araucanía, 13 millones de habitantes. Casi el 80 % de la población afectada. 525 fallecidos, 500 mil viviendas destruidas y dos millones de dagnificados, cifras terribles. Un terremoto con más de cien replicas.
Como consecuencia del terremoto se originó el tsunami, devastando una gran zona principalmente el archipiélago de Juan Fernández conocido como Robinson Crusoe, que no había sentido el impacto del sismo. Los habitantes se encontraron sumidos en una tragedia de magnitudes increíbles y sin haber sido alertados.
Cuando los ánimos se recuperaban de los acontecimientos sucedió un derrumbe en las minas de San José de Copiapó. 33 hombres entre 19 y 63 años fueron sepultados a 700 metros durante 70 días. Una tragedia sin precedentes, 17 días después y cuando las esperanzas estaban casi perdidas por uno de los conductos de ventilación se puedo conocer la noticia de que los 33 estaban vivos. El mundo vivió este milagro como la mejor muestra de que la esperanza debe ser la última que se pierda. Luego de 33 días los mineros fueron rescatados. 1300 millones de espectadores en el mundo vivieron este acontecimiento.
En 2011 nos encontramos con la erupción del Volcán Puyehue, ubicado en la cordillera de los andes y que afectó principalmente a las ciudades de Villa La angostura y San Carlos de Bariloche en Argentina. Pero también afectó territorio chileno. 3500 familias evacuadas, aguas contaminadas, tierras, animales en peligro. Sismos reiterados. Nuevamente el peligro latente.
Y ahora este accidente aéreo. 21 personas muertas, en el archipiélago de Juan Fernández, ese del tsunami. Periodistas, funcionarios, personal de la fuerza aérea chilena, desaparecidos. Pocos cadáveres encontrados y el rumor de que el impacto del golpe pudo hacer que se desintegre la nave.
Miles de personas llorando y rezando por sus compatriotas.
Cuantos golpes en poco tiempo?
Cuanta disconformidad. Semanas atrás vimos como los estudiantes eran reprimidos por pedir algo tan justo como educación gratuita. Vimos la soberbia de un presidente diciendo: no creemos en la educación pública y gratuita.
Mucha catástrofe junta, toda en un mismo territorio.
Una amiga dijo... Se creen muy yankees los chilotes, así les va... en fin... Cada vez que recuerdo su participación activa en favor de Reino Unido en la guerra de Malvinas, tengo ganas que se les caiga la cordillera encima... Tal vez si sigue Piñera en el gobierno, eso suceda... Ale
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