sábado, 28 de julio de 2012

El amor no correspondido y el darse cuenta




Un día te encontrarás en la puerta de tu casa. Sentado a la mesa de ese bar. Cruzando la avenida. Escalando un cerro. En el aeropuerto. O del otro lado de alguna calesita. Quizás un día como hoy.
Y te vas a dar cuenta que el error que cometiste no fue meterte conmigo, el error fue dejarme ir.
¿Te atreverás a marcar el número de mi teléfono? ¿ Me dirás de encontrarnos por ahí?
Te diría que sí. Olvidando mi amor propio y mí autoestima.
Y ahí sabrás que jamás te olvidé. Que esperé por este amor que nunca fue correspondido. Y estaré contigo. Los días, las horas o los minutos que me des.
Pero volverás a sentir miedo y te irás como aquel día.
Y me quedaré sabiendo, que no sos para mí. Que jamás me vas a amar.
Lloraré el tiempo que esté despierta, luego el que me quede libre o el que tenga algún recuerdo.
Y me preguntaré una y mil veces… ¿por qué?
Hasta que llegue el día en que estés en el cine. Mirándote a un espejo. En la sala de espera de algún dentista. Corrigiendo unos exámenes. Recalentando la pizza. Doblando las medias. Alimentando a tu mascota. O frente a la pantalla de la computadora. Quizás un día como hoy.
Y te vas a dar cuenta que el error que cometiste no fue meterte conmigo, el error fue dejarme ir.

Para Bibi.

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